En los últimos días, el Congreso ha sido blanco de un ataque concertado de un sector de la prensa concentrada en cuestionar cada una de las decisiones administrativas del Parlamento, con el único fin de desprestigiarlo cada vez más. No lo estamos defendiendo, y, por el contrario, públicamente he declarado que lo que está mal debe corregirse.
Sin embargo, la citada consigna no tiene como principal motivación cuidar nuestros bolsillos, pues si así fuera, la prensa ahondaría en la investigación de las millonarias consultorías, que, según el Contralor General, Nelson Shack, representa una inversión de S/ 3,000 millones cada año, siendo un promedio de S/ 1,000 millones anuales, lo que se estaría empleando en el pago de favores bajo la modalidad de “consultorías” que no es otra cosa que robo camuflado.
Si la prensa realmente quisiera ayudarnos, investigaría en donde realmente sí hay un festín de recursos malgastados que inflan las billeteras de algunos personajes u ONG claramente identificadas. ¿Quién no recuerda a un Richard Swing en el Ministerio de Cultura? ¿O a la figura del apodado “Vagoncio” como consultor en el Minsa? También las hay en el Ministerio del Ambiente, y mucho más en el Ministerio de la Mujer. Es allí en donde realmente se malgasta el presupuesto público, del cual, por cierto, el Congreso solo tiene el 0.6%. ¿Dónde está el grueso del presupuesto? ¡En el Poder Ejecutivo!
Es nuestro deber como congresistas representantes del pueblo, fiscalizar el correcto uso de los recursos públicos; y ha sido el propio ministro de Educación quien ha informado sobre el derroche de más de S/ 728 millones en consultorías desde el año 2012 a 2023. Es precisamente a raíz de esta denuncia, que atacan al Congreso, con temas como el buffet, alfombras, etc.
La facción caviar está desesperada al ver que ha perdido poder en el Parlamento, que se evidencia en hechos como: la elección de los miembros del Tribunal Constitucional; la recomposición del Directorio de Sunedu a través de un mecanismo más democrático que elección a dedo; la Ley que regula la Publicidad Estatal; la Ley que permite a los padres de familia participar en la revisión del contenido escolar que se imparte a sus hijos; y pronto, la elección del Defensor del Pueblo; y la moción para la creación de una Comisión Investigadora de las consultorías en Minedu, iniciativa de la cual soy autor.
Así que no hay que tenerle miedo a ese poder fáctico en la sombra que desde un café miraflorino pretende decidir la política en nuestro país; debemos seguir enfrentándolos cada vez que sea necesario. El día que les tengamos miedo habremos perdido la dignidad… Estaríamos de más en el Congreso.