Indemne, dícese de lo que está libre o exento de daño; sinónimo de ileso, incólume, intacto. Este valor es precisamente lo que uno quiere para sus hijos: que estén protegidos y a salvo.
Sin embargo, en los últimos años, la cultura woke, que incluye la ideología de género, ha impactado negativamente en los derechos más esenciales de los niños, colocándolos en una situación de preocupante vulnerabilidad.

Quizá usted recuerde, amigo lector, el video viral de julio de 2023 en el cual una ciudadana denunció los “baños inclusivos” del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, que permiten que hombres que se autoperciben como mujeres puedan ingresar a los baños destinados para mujeres, niñas y adolescentes, poniendo en serio riesgo su integridad.

O quizá recuerde otro repudiable caso evidenciado en agosto del mismo año, cuando, en un programa de televisión, se expuso a niñas en prendas menores con la finalidad de comercializar “lencería infantil”.
Gracias a la voz de protesta que levantamos ciudadanos y autoridades, el citado programa televisivo fue cancelado. Sin embargo, los “baños inclusivos” en el aeropuerto aún continúan vigentes, con la complacencia de las autoridades del Estado.

Al igual que usted, yo estoy completamente convencido de que estos abominables hechos no pueden repetirse en nuestro país. Por ello, presenté el Proyecto de Ley 8457, que busca fortalecer la indemnidad sexual de nuestros niños y adolescentes en el uso de los baños públicos y frente a exhibiciones obscenas en la vía pública.
Gracias a Dios, esta iniciativa ya fue aprobada por unanimidad en la Comisión de la Mujer y Familia del Congreso de la República. En concreto, las medidas que se han aprobado son:
Que los baños públicos sean utilizados de acuerdo con el sexo biológico de las personas. Es decir, que un hombre que se autopercibe como mujer no podrá entrar más a un baño destinado para mujeres, niñas y adolescentes.

Prohibir la sexualización de menores de edad en medios de comunicación con fines comerciales o de entretenimiento.
Sancionar con pena de cárcel de 4 a 6 años al agente cuando la conducta obscena sea realizada en presencia de menores (esto rige para una manifestación o un evento público).
Sancionar con la misma pena cuando el agente sea un servidor, funcionario público, docente o personal administrativo de una institución educativa.

Esta ley, sin duda, nos ayudará a fortalecer esa indemnidad sexual, que es un derecho de nuestros niños. Esperamos que sea aprobada muy pronto en el Pleno del Congreso, porque ya saben: ¡A los niños no se les toca!

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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