La presidente Dina Boluarte anunció un proyecto de ley para retirar al Perú de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), invocando el artículo 44 de nuestra Constitución y prometiendo defender la soberanía nacional frente a injerencias extranjeras. Lo hizo en el marco del “Día de la Defensa Nacional”, que el Perú conmemora el 27 de agosto de cada año.
En efecto, cada cierto tiempo la Corte IDH se entromete en nuestros asuntos internos. Recientemente lo hizo con la Ley N.º 32419, más conocida como la “Ley de Amnistía”, aprobada por el Congreso de la República y publicada en el Diario Oficial El Peruano, en atención a los miembros de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional del Perú y los comités de autodefensa que combatieron el terrorismo entre los años 1980 y 2000.
Ante esta llamativa propuesta de retirar al Perú de la Corte IDH, cabe preguntarse: ¿será cierto esta vez? Recordemos que, mientras la presidente no firme la denuncia al Pacto de San José, todo seguirá igual. Y es legítimo mantener la inquietud ante lo ya demostrado: en febrero pasado, la mandataria se pronunció contra la intrusión de la ideología de género en las escuelas, afirmando literalmente: “no debemos permitir que confundan a los niños”.
Pero lo cierto es que este despropósito se sigue enseñando en las escuelas, a vista y paciencia del Ejecutivo, con materiales educativos de editoriales que promueven abiertamente el enfoque de género y estampan las banderas de la Agenda 2030 de la ONU por doquier en los textos escolares, teniendo al parecer más influencia sobre nuestros niños que la propia Constitución peruana, la cual protege nuestra libertad de conciencia, religión, pensamiento y opinión; la integridad moral y psicológica de los menores; el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones, entre otros derechos fundamentales.
No obstante, no pasa nada. ¿No es esta, acaso, una vulneración evidente de nuestra soberanía nacional? ¿Tiene, acaso, más peso un instrumento internacional que ni tratado es (Agenda 2030), frente a nuestra Constitución?
La Convención Americana sobre Derechos Humanos —o “Pacto de San José de Costa Rica”—, suscrita y ratificada por el Perú, contempla nuestro compromiso con el respeto de los derechos humanos precitados; y en ningún caso incluye el respeto al ideológico “enfoque de género”, aunque se disfrace de “derechos humanos”.
¡El Perú está cansado de anuncios vacíos! Ha llegado la hora de hechos, y no palabras. Recuperar nuestra soberanía y el respeto a nuestra dignidad, tal como lo exige la Constitución y las leyes peruanas, es una tarea prioritaria que ha de prevalecer ante cualquier injerencia extranjera, venga de donde venga.
¡Presidente, firme la denuncia ya!
Estado: enfoque a la familia
El pasado 20 de agosto se publicó en El Peruano