Gestos para la concertación

El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, finalmente ofreció disculpas a la presidenta del Congreso María del Carmen Alva, y a los congresistas a los que previamente había calificado de “golpistas”. No se esperaba menos, pues la voceada reunión en la que supuestamente se conspiraba la vacancia no fue más que una patraña perpetrada con el claro interés de descalificar a las fuerzas políticas opositoras, sin mencionar la falta de profesionalismo del semanario que publicó la nota, cuyos editores no se dieron el trabajo de verificar su fuente, colocando nombres de personas que no asistieron a dicha reunión con agenda publicada por la Fundación Friedrich Nauman, y no clandestina ni secreta como en la casa de Sarratea.

El miércoles 16 de febrero fue un día clave para el Perú, no solo el Poder Ejecutivo a través de su premier ofreció disculpas, sino que más temprano el Legislativo por su parte, a través de su titular, manifestaba su voluntad de concertar, de recibir las políticas del nuevo gabinete para trabajar en la solución de los problemas más graves que afronta el país.

Pero ¿qué significa concertar? No significa renunciar al ideario político en que uno cree; tampoco significa abdicar de ejercer el control político y la fiscalización que son atribuciones legítimas de los congresistas.

En su definición, “Concertar” es reunir en un punto lo que estaba separado; y políticamente, como ya se ha dicho, es tener una agenda mínima de coincidencias, en que todos estamos de acuerdo, y nos beneficia. Para concertar será necesario, por ende, abandonar ciertas banderas que representan un conflicto con otras fuerzas políticas. Se necesita de gestos políticos para dejar atrás la confrontación. Una de estas banderas es, por ejemplo, la promesa de campaña de una Asamblea Constituyente; podemos debatir al respecto en el Congreso, pero de ninguna manera es rol del Ejecutivo. Sin embargo, observamos cómo el oficialismo no habría desistido de su consigna, pues un congresista de Perú Libre declaró: “Si nos vamos todos el Presidente debe convocar a una Asamblea Constituyente”. Parece que les resulta difícil respetar el Estado de Derecho y las instituciones. Por ello, más allá de las palabras, tendremos que evaluar objetivamente los hechos, a fin de otorgar o no, el voto de confianza.

La oposición ha sido clara con el Presidente desde el inicio, al requerirle que elija un gabinete idóneo de profesionales probos que no obedezcan a ningún interés partidario. No puede el Ministerio de Transportes ser dirigido como una agencia de empleos, tampoco se puede designar de asesor en el Ministerio de Salud a un veterinario, o como jefe de gabinete de asesores del Ministerio de Energía y Minas a un señor con un rosario de cuestionamientos.

Gestos para la concertación.

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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