“Dios tomó la decisión” fue una de las declaraciones más puntuales del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, a propósito del fallo de la Corte Suprema de dicho país, que anuló el falso “derecho constitucional” al aborto que databa de 1973, en el juicio Roe vs Wade. Fue precisamente el exmandatario quien designó a tres de los cinco magistrados de la Corte, convirtiéndose, por tanto, en autor indirecto del batacazo final de un acontecimiento que marca un hito histórico en la defensa de la vida.
Este fallo no hace más que ratificar el principio moral e inmutable de que las personas nacemos con una dignidad intrínseca, y el fundamento de esa dignidad radica en nuestro genoma humano, el cual nos hace únicos, especiales y valiosos (Art. 1 Declaración Universal del Genoma Humano). Basar el valor de nuestra dignidad en gustos, preferencias, afinidades, creencias, ideologías imperantes, y no en nuestra propia condición de seres humanos, ya nos ha traído nefastos genocidios legales a lo largo de la historia; y el aborto ha sido siempre un genocidio silencioso, que había sido catalogado falazmente como derecho.
Pero otra trascendental noticia tuvo lugar en junio, y es que finalmente fue publicada en el Diario Oficial El Peruano, la Ley 31498 (Proyecto de Ley 904), que permite a los padres de familia participar activamente en la formulación de los contenidos educativos, generando las herramientas necesarias para evitar el adoctrinamiento en la escuela a sus espaldas, velando así más certeramente por la mejora en la calidad de los textos y demás recursos educativos.
Y entre otras noticias relacionadas, la prensa internacional dio a conocer la victoria del actor Johnny Depp en el juicio por difamación que le iniciara su ex esposa Amber Heard, dejando un vital precedente de que “la violencia no tiene sexo”. Asimismo, la película “Lightyear” con contenido de ideología de género, sufrió un duro revés en las taquillas no recaudando lo que se esperaba de ella. Finalmente, un tribunal japonés sentenció que la postura del gobierno, contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo no es inconstitucional, rechazando así, su legalidad.
Sin duda, junio de este año ha sido un significativo mes para la defensa de la vida y la familia. Y cómo no mencionar también que el 7 de junio fue el “Día de la Bandera” en el Perú, una bandera que no distingue, que nos identifica y une como peruanos, una bandera de la cual sentir realmente, orgullo.
¡Junio, mes de la vida y la familia!
