El espectro ideológico político de nuestro país, no se reduce a la dicotomía “izquierda-derecha” con su innegable grueso centro, o indecisos. Cada vez más se desdibuja el ideario de la izquierda, y de la propia derecha que, por cierto, declina a identificarse como tal, quizá para evitar ser ficha del tablero marxista: Que el que no está con el proletariado es un burgués o rico explotador. Sin embargo, y de manera previsible, este discurso de división entre peruanos, llevó a la presidencia a Castillo en 2021.
Así que no podemos ignorar el poder de una ideología arraigada, y del atrayente lenguaje mediante el cual se expresa; menos en los tiempos de posverdad de hoy, en que las ideologías políticas más que “izquierda vs derecha”, es: progresistas vs conservadores; y globalistas vs patriotas.
Ej: Existe una derecha que cree en el libre mercado, libertad de contratación, Estado mínimo; pero que a la vez abraza una legislación globalista de Supra-Estado, que incluye temas como la “igualdad de género”, ambientalismo, promoción de las minorías, etc. Ciertos politólogos le acuñaron la palabra “liberprogresismo” a esta posición política, que puede ser adoptada tanto por gente de izquierda o de derecha, que son funcionales a la “Ciudadanía mundial”, libreto promovido por la propia ONU.
Otro nombre que recibe en el Perú, esta casta que impulsa la claudicación a nuestra soberanía, es “caviares”. De origen francés, la calificación “izquierda caviar” hace referencia a los políticos que presuntamente están comprometidos con los más necesitados, pero en la práctica son personas acomodadas que reciben dinero de ONG de alcance global o de cuantiosas consultorías pactadas con el Estado, y obedecen a intereses extranjeros antes que nacionales.
Pero no…Los caviares no son minoría, copan el sistema, y tienen la comparsa de algunos medios de comunicación masivos, que propagan su agenda. Por lo cual, oponerse a ellos no es solo una ferviente muestra de amor a la patria, sino que es un acto verdaderamente revolucionario.
Observar la postura de los caviares en esta crisis política, es clave. Si bien es cierto, el gobierno actual es indefendible, los caviares han perdido un poder que intentan recuperar. Adicionalmente, este Congreso con leyes a favor de los padres contra el adoctrinamiento escolar; la autonomía universitaria, la protección a la madre gestante, la propuesta de cambio al nombre del Ministerio de la Mujer por “Ministerio de la Familia”; la importancia de la conmemoración del “Día de la Familia”, “Día del Niño por Nacer”, no es muy de su agrado, más bien aplauden las acciones de amparo que las contradicen.
Defendamos nuestra soberanía.
¡No a la agenda caviar!
