El pasado 20 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el “Tratado Global sobre Pandemias”, conocido también como “Tratado Pandémico”. La prensa hegemónica lo califica como un hito histórico, y supuestamente cuenta con el aval de la comunidad científica bajo el argumento de que “en cualquier momento podríamos enfrentar una nueva pandemia”.
Bajo ese pretexto, nuevamente se pretende aplicar una misma receta a todos los países miembros de la OMS, uniformizando las políticas públicas de salud a nivel global, en abierta contradicción con la autodeterminación que debe tener cada nación para enfrentar sus propias problemáticas sanitarias.
Recordemos brevemente lo que significó para el Perú la pandemia del COVID-19. Nuestro país fue señalado entre los de peor desempeño en el manejo de la crisis sanitaria, incluso siguiendo los protocolos de la OMS. Según la Universidad Johns Hopkins y The Economist, el Perú registró la mayor tasa de muertes por millón de habitantes en el mundo. En 2021, se oficializaron más de 200,000 muertes por COVID-19, y no faltaron graves escándalos como el “Vacunagate”, en el que el expresidente Vizcarra y otros altos funcionarios se vacunaron en secreto antes que la población.
Más allá de la falta de oxígeno medicinal, camas hospitalarias y atención oportuna, padecimos severamente la pérdida de nuestras libertades, con toques de queda prolongados, restricciones draconianas al libre tránsito, limitaciones a la educación y a la libertad de culto. Todo ello derivó en un altísimo costo social y económico que evidenció el rotundo fracaso del Ejecutivo para gestionar la pandemia.
En conclusión, el Perú fue uno de los países más golpeados, no solo por el virus, sino por un modelo de gestión sanitaria centralizado, autoritario y poco eficiente. Pese a ello, la presidente Dina Boluarte ha suscrito el cuestionado Tratado Pandémico. Por ello, he oficiado formalmente a su despacho solicitando que reconsidere su decisión y retire la firma del Perú.
Argentina y Estados Unidos se han retirado de la OMS y no están obligados a implementar este tratado global. ¿Por qué el Perú tendría que hacerlo? Somos un país libre e independiente, que de ninguna manera debe someterse a burócratas extranjeros ni a agendas globalistas.
¡No permitiremos que una élite supranacional, por quienes nadie ha votado, decida por encima de los peruanos, vulnerando nuestra soberanía!
Presidente, retire su firma.
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