¿Merino fue un presidente ilegítimo y Sagasti no? Esto es lo que dejan entrever los defensores del gobierno morado, cuando perfilan sus ataques hacia el excongresista acciopopulista. Lo concreto es que ambos fueron encargados de la presidencia de la República en su calidad de presidentes del Congreso. Por afirmar ello, el excongresista morado se picó. A continuación, procedo a sustentar mi posición:
El artículo 115 de la Constitución regula la sucesión constitucional en el caso de impedimento temporal o permanente del presidente, estableciendo que cuando el Presidente de la República se vea impedido de manera permanente para asumir sus funciones, estas serán asumidas por el primer vicepresidente y, en defecto de este, por el segundo vicepresidente. Asimismo, dispone que en caso los dos vicepresidentes se vieran impedidos de manera permanente para asumir las funciones, el presidente del Congreso asume la Presidencia de la República y convoca inmediatamente a elecciones.
El artículo 115 es claro; a diferencia de los vicepresidentes quienes completan el mandato constitucional en caso de impedimento permanente del ‘‘antecesor’’, el presidente del Congreso se encuentra obligado a convocar inmediatamente a elecciones, pues se le encarga la Presidencia de la República solo para llenar un vacío de poder. Es la misma Constitución la que prevé dicha ‘‘encargatura’’ dentro de la sucesión constitucional, aunque eso no le guste al señor Sagasti.
La Ley 27375, ley de interpretación del artículo 115 de la Constitución, lo confirma al señalar que cuando el presidente del Congreso asume las funciones de Presidente de la República por impedimento permanente de este último y de los vicepresidentes, continúa siendo presidente del Congreso y congresista. Interpretar lo contrario sería ir contra el principio de separación de poderes.
A estas alturas a nadie le sorprende el doble estándar del Partido Morado. Cuando el excongresista Manuel Merino asumió por ‘‘encargatura’’ la Presidencia de la República su partido dijo que era un presidente de facto e ilegítimo, pero cuando el señor Sagasti asumió la misma ‘‘encargatura’’, lo que para el Partido Morado era un gobierno ilegítimo, se convirtió en constitucional por arte de magia en menos de una semana, y con derecho a pensión vitalicia.
La ciudadanía no olvidará nunca que el Partido Morado propuso que usted asumiera la Presidencia del Congreso para anular la vacancia del expresidente Martín Vizcarra, quien se encuentra investigado por corrupción, lo cual implicaba desconocer la ‘‘sucesión constitucional’’ de la cual ahora es defensor acérrimo.
Tampoco olvidará que su partido le pedía al procesado Martín Vizcarra cerrar el Parlamento y que usted redujo los requisitos para ser secretario de palacio, antes de dejar su mandato, y mucho menos que el Partido Morado ha colaborado a la crisis política que vivimos actuando como acólitos de Groucho Marx; una semana tienen unos principios y a la siguiente tienen otros.
Llámenlo como quieran: ‘‘encargatura’’, presidente en función, presidente de transición, pero finalmente llegó allí sin elección popular y con el único propósito de llenar transitoriamente un vacío de poder.
Fuente: Expreso
