Se acaba de publicar la Ley 31745 que declara de interés nacional la introducción de contenidos escolares de estudio sobre: 1) Educación Cívica e 2) Historia de la subversión y el terrorismo en el Perú, en las instituciones educativas del país. Una iniciativa que el Congreso de la República aprobó por insistencia al haber sido observada por el Poder Ejecutivo en 2022.
Durante varios años, el Poder Ejecutivo, especialmente el Ministerio de Educación – Minedu y Ministerio de la Mujer – MIMP, han sido copados por personal funcional a la ideología de género, el comunismo, entre otras vertientes de la progresista agenda 2030 de la ONU.
En el caso del Minedu, desde las aulas de Educación Básica, es necesario fortalecer la enseñanza de la verdadera historia, no una historia en donde no se es capaz de llamar a las cosas por su nombre, reemplazando “terrorismo” por una frase más suave y falsa como “conflicto armado interno”.
A esta ley del Congreso habremos de sumar pronto, una iniciativa de mi autoría (PL 5078/2022-CR) que propone izar nuestra bandera nacional en la formación escolar, como señal de conciencia cívica y amor a nuestra patria.
Como ciudadanos debemos fortalecer nuestra identidad patriótica, impidiendo que cualquier tipo de adoctrinamiento colonizador extranjero amenace con destruir nuestros cimientos morales desde el hogar, la sociedad y el país. Dios primero, seguido la familia, y luego la patria.
Si realmente no queremos que la historia nefasta del terrorismo se repita, es necesario enseñar la historia tal y como fue, pues como dice el dicho: “El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”.
Terrorismo nunca más.
