La libertad avanza

El domingo 19 de noviembre fue un día histórico para Argentina. Un prestigioso economista, autor y catedrático políticamente incorrecto, a quien algunos no le veían “chances”, ganaba las elecciones presidenciales, dando así la estocada final a un largo período peronista encarnado, esta vez en el candidato oficialista Sergio Massa.

Y es que las ideas de libertad de Javier Milei calaron hondamente en el electorado argentino poco antes de aparecer en la arena política para convertirse en diputado en 2021 junto a su compañera de escaño Victoria Villarruel, quien es ahora su vicepresidente.

Haciéndole honor al nombre de su partido “La Libertad Avanza”, acuñó entre sus inspiradoras frases una como: “El triunfo en la guerra no viene de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo”, y miles de jóvenes fueron atraídos por este retador mensaje, autodefiniéndose ellos mismos como aquellas “Fuerzas del cielo”.
Ciertamente ha ganado la libertad, la cordura…Traducida en una reorganización radical del Estado, el cese al despilfarro del erario, el término del asistencialismo como único medio de subsistencia, la promoción de la libre empresa, la lucha contra el avasallamiento ideológico y el fin del empobrecimiento sistemático regido por una casta socialista que ya se despide del gobierno. El paternalismo estatal les hizo mucho daño a los argentinos, y nos hace daño a todos en general, pues solo en genuina libertad el ser humano puede labrar su propio futuro.

Los ojos del mundo están sobre esta victoria que representa una esperanza para toda América, que podría venir seguida de otros triunfos presidenciales como el de Trump en Estados Unidos, Verástegui en México, Kast en Chile, y un candidato de consenso para el Perú, que defienda los verdaderos intereses de la gente.

Porque es necesario entender que el poder se ejerce en servicio de los ciudadanos y no al revés. No podemos dejar nuestro destino absoluto en manos de un Papá Estado que muchas veces asfixia nuestras libertades, vulnerando una serie de derechos, tales como: el derecho a vivir; a creer; a difundir nuestra fe y nuestras ideas; a educar a nuestros hijos conforme a nuestros valores; a la propiedad; al libre mercado; a la propia libertad para progresar no en la forma en que lo propone el progresismo, imponiendo, sino al contrario, en libertad sobre la base de la dignidad con que nacemos todos los seres humanos sin excepción.

El batacazo antiprogresista ha sido dado. ¡América celebra!

Fuente: Expreso

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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