El domingo pasado la prensa dio cuenta de una supuesta bomba que tenía de protagonista a la Fiscal de la Nación (FN) Patricia Benavides, quien presuntamente habría participado a través de su asesor Jaime Villanueva en una serie de coordinaciones por votos en el Congreso de la República para remover a los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), designar al Defensor del Pueblo, e inhabilitar a la fiscal suprema Zoraida Ávalos. Algunos de los actores involucrados ya se han pronunciado respecto a este caso que la tendría como responsable de liderar una organización criminal.
Sobre el particular, lo he dicho y lo ratifico: Coordinar no es sinónimo de delinquir. Las coordinaciones en sí no tienen por qué revestir delito. Muchos Congresistas, asesores, coordinadores parlamentarios por supuesto que hemos pedido apoyo muchas veces para la aprobación de nuestros proyectos de ley. Este acto en sí, no es ilícito, ilícito es que a cambio de los votos se obtengan prebendas.
En mi caso en particular, he votado a conciencia por la inhabilitación de la fiscal Zoraida Ávalos, por las razones legales y constitucionales que hay para ello; y si tuviera que hacerlo de nuevo, lo volvería a hacer. ¿No se acuerdan los defensores de la ex Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, que ella intentó convencer a parlamentarios para que voten en contra de su inhabilitación? ¿Se dijo acaso en ese entonces, que ella lideraba una organización criminal?
La JNJ ha decidido abrir un procedimiento disciplinario inmediato contra la Fiscal Benavides. Bien, que se investigue sin sesgos ni presiones, y si hay delito, que se sancione. Sin embargo, resulta bastante sospechosa la seguidilla de hechos en que nada parece espontáneo: El lunes amanecimos todos con la noticia, luego las ONG hacen plantón ante la Fiscalía exigiendo la renuncia de Benavides, la Congresista Ruth Luque presenta denuncia constitucional contra la FN por presuntas infracciones a la Constitución, el Fiscal Pablo Sánchez pide de inmediato Junta de Fiscales Supremos, y nuevamente la prensa comienza a insistir con el proyecto de ley de adelanto de elecciones presentado por la Congresista Susel Paredes. ¿Cómo se llama la película? Suena como a conspiración caviar.
Parecieran querer repetir la misma receta que con el exfiscal de la Nación Pedro Chávarry; si no, vayamos a las propias palabras de la influencer Rosa María Palacios: “Se hizo con Chávarry, se tiene que hacer exactamente igual y a la perfección. El escándalo ya ha sido suficiente”.
Está claro que no se pueden tomar decisiones sobre la base del escándalo, a menos que este haya servido para fines previamente concertados.
Fuente: Expreso
