El pasado 7 de agosto, el ministro de Salud declaró en un medio de comunicación que los padres de familia debían firmar autorización de vacunación de sus hijos para supuestamente evitar (el inminente daño) de que terminaran en una cama UCI.
Ante tal alerta remití oficio al ministro de Salud para que sustente con evidencia científica su afirmación. Entre las interrogantes formuladas, se le preguntó por la tasa de contagios de covid-19 en niños; y si estos contagios se traducen en alto índice de hospitalización. También se le preguntó si la tasa de niños hospitalizados por covid-19 es mayor a la tasa de otras infecciones respiratorias, y finalmente se le inquirió responder si se han examinado los casos de efectos adversos en la población de 6 a 20 años.
Bajo ese mismo tenor, el lunes 22 de agosto junto a reconocidos especialistas en la materia convoqué a una conferencia de prensa para explicar cómo es que estas medidas de obligatoriedad de vacunación en menores de edad (que son la población con menos incidencia ante la covid) así como el uso prolongado de mascarillas en niños afectan su normal desenvolvimiento y desarrollo.
Respecto a esto último ya he informado en la sesión pasada de la Comisión Especial de Seguimiento al Covid-19 ante el ministro de Educación, Rosendo Serna, que la OMS no recomienda el uso extendido de mascarillas en niños menores de 5 años. En virtud a ello, el ministro Serna ha decidido convocar a una reunión con técnicos del Ministerio de Salud, y otras autoridades a fin de evaluar el uso de mascarillas en escolares. Se sabe que el titular de Educación está de acuerdo con el retiro del uso de mascarillas pero el ministro de Salud aún no.
Es contradictoria la posición de la jefa de inmunizaciones del Minsa, que reconoce el bajo índice de inoculación de otras vacunas en niños como la polio (300 mil niños sin vacunar), y sin embargo, sabiendo que la tasa de contagios de covid en niños es baja, exige que las mascarillas se sigan usando hasta que 80% de los escolares tengan dos dosis.
97% de los maestros a nivel nacional ya cuentan con esquema de vacunación completo. ¿Por qué insistir entonces en imponer restricciones a los niños como vacunación, mascarillas, clases virtuales, cuando sabemos que no son los más vulnerables ante la covid-19?
La experiencia nos ha demostrado que es necesario legislar sobre este tema. Bajo ninguna razón de índole política o económica, se debe restringir la educación de nuestros hijos. Cada decisión en política sanitaria debe estar debidamente sustentada en evidencias científicas, y orientada siempre a salvaguardar, en primer orden, el interés superior del niño.
