Por una real valoración de la mujer

Como cada año, este próximo 8 de marzo, se conmemorará el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha debería ser de celebración para ensalzar el genuino valor de la mujer, y lo que ella representa. No debería tomarse como excusa para promover el relato neomarxista de la mujer víctima, la que supuestamente ha sido históricamente discriminada. La mujer tiene, por naturaleza, atributos, que un hombre por más que se esfuerce, jamás tendrá.

El Artículo 2° núm. 2 de nuestra Constitución Política ya establece que toda persona tiene derecho a la igualdad ante la ley, y que nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole. Creemos que esta es la única igualdad principista pues promueve el respeto entre los distintos, la tolerancia entre los contrarios.

Pero frente a esta igualdad principista existe otra igualdad ideológica o falsa igualdad. Aquella que sí pretende provocar vía reingeniería social, la utopía de la eliminación de nuestras diferencias, sacrificando para esto, nuestro derecho constitucional a la libertad de credo, de pensamiento, y la libertad en general.

En nombre de esta falsa igualdad, para el Estado, el valor de la mujer se mide por la “brecha”, por las estadísticas del INEI, que informan si la mujer ya igualó o no al hombre en el mercado laboral. Asimismo, la Defensoría del Pueblo periódicamente publica “Encuestas del Uso del Tiempo” que reportan irónicamente que la mujer trabaja más horas que el hombre, en casa y fuera de ella. CEPLAN igualmente notifica regularmente a la ONU sus avances del quinto objetivo de “desarrollo sostenible” de la Agenda 2030: la igualdad de género.

Bajo esta perspectiva se generan talleres de “nuevas masculinidades” y se invisibiliza las verdaderas necesidades de la mujer. Por ejemplo, el porcentaje de mujeres aseguradas al SIS en paquete preventivo es del 15%, y el Perú según la última data al respecto, cuenta con 8 millones 664 mil mujeres madres. ¿Qué prioridad les otorga el Estado a estos datos reales? No son pocos los past Decanos de los Colegios de Obstetras de nuestro país que advierten la precariedad de nuestro sistema de salud que carece de políticas preventivas desde la etapa preconcepcional. En tiempos de covid, la atención a las madres gestantes se ha visto aún más perjudicada.

Nos preguntamos: ¿Es la política de igualdad del gobierno, realmente una igualdad constitucional? Se promueve a la mujer en cuotas de paridad, pero no tenemos un plan de protección integral al ejercicio de su maternidad. Olvidamos que la mano que mece la cuna es la gobierna al mundo.

¡Feliz Día a las Mujeres, especialmente a aquellas madres luchadoras, cuyo valor es por naturaleza, único e irrepetible!

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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