Como lo habíamos venido diciendo: no podía haber tregua posible sin antes el respeto debido a la Constitución. El señor Castillo aceleró su salida con un mensaje a la nación que decretaba, entre otros, el cierre inconstitucional del Congreso el día miércoles 07 de diciembre, “Día D”, en el que precisamente el Poder Legislativo se alistaba a debatir su vacancia.

Paradójicamente, la actitud del exmandatario contribuyó a que los congresistas indecisos tomaran posición a favor de la democracia y el Estado de Derecho. Era evidente que quiso quebrar el orden constitucional para imponer su propio régimen en el que contaría con un Congreso constituyente para cambiar las reglas de juego en el país de manera totalitaria, confirmándose así lo que desde el Congreso anunciáramos hace unos días y por lo que fuimos tildados de “alarmistas”.

Sin embargo, el intento del expresidente fue fallido y al cabo de solo unas horas, se restableció el orden en el Perú, al haber sido vacado con 101 votos a favor, habiendo asumido por la tarde la primera vicepresidenta Dina Boluarte, como presidenta constitucional de la República.

Todos aquellos que transgredieron la Constitución, sean del Ejecutivo o del Legislativo, seguramente en su momento tendrán que deslindar responsabilidades en juicio político ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, y, asimismo, ante el Ministerio Público y el Poder Judicial, cuando corresponda.

Pero si hay algo relevante que rescatar de ese día de un frustrado golpe de Estado, es la posición unánime del Poder Judicial, el Ministerio Público, el JNE, Reniec, ONPE, y otras instituciones del país, incluidas las Fuerzas Armadas, que al unísono emitieron comunicados rechazando la medida, y manifestando su respeto por la Constitución.

Desde ahora habrá que pensar con optimismo en esta nueva etapa de sucesión constitucional con la señora Boluarte al mando del gobierno. Recordemos que el Congreso y el Ejecutivo se hallaban en una tensa relación debido a que los congresistas no podemos abdicar de nuestra función de fiscalización y control político, atribuciones que tuvimos que reforzar ante el nefasto nombramiento de ministros cuestionados, y los indicios de corrupción de los que constantemente los medios informaban.

La justicia hará lo propio con todos los infractores de la Constitución y nuestras leyes vengan de donde vengan. Asimismo, todos los servidores públicos y ciudadanos en general estamos llamados a defender a nuestra patria ante cualquier ensayo de totalitarismo, porque como dice nuestro himno nacional: “Somos libres, seámoslo siempre”.

Viva la democracia.

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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