Adelanto de elecciones, ¿quién dice la verdad?

El Congreso ha acordado ayer jueves ampliar la legislatura hasta el 28 de febrero de 2023, precisamente porque hay amplio consenso en debatir el proyecto de ley de adelanto de elecciones, sin afectar la reforma constitucional primero; ya que no podemos pasar por encima de la Constitución. El Congreso debe aprobar la reforma en el mes de enero o febrero, y luego en marzo que estaremos en segunda legislatura aprobar la misma en segunda votación (ahorrándonos un cuantioso referéndum que según las autoridades electorales no nos tomaría menos de 4 meses). Solo después de ello se podrá elaborar el cronograma electoral con plazos que serán sumamente cortos. Podría entonces obviarse las elecciones internas o primarias, que contradictoriamente tenían por finalidad que estuviéramos mejor representados, pero dada la difícil coyuntura nos tendremos que ajustar a nuevos plazos.
El adelanto de elecciones es entonces una realidad, pero debemos ser responsables con la información que ofrecemos. Por ende, todos aquellos que hablan de adelanto de elecciones en los primeros meses de 2023, o desconocen la ley o están mintiendo descaradamente para obtener algún rédito político. Sencillamente: están vendiendo humo.

El Congreso hará su parte legislando para recortar el mandato, pero el Congreso no convoca a Elecciones Generales, sino que será el sistema electoral el que dispondrá la fecha y los plazos. De hecho, el JNE, ONPE y Reniec han comunicado que harán pública su respuesta sobre la fecha dable de adelanto de elecciones, mensaje al que estaremos sobremanera atentos.

Cabe también recalcar que el debate previo de la reforma electoral será vital, pues de no hacerlo así habríamos jugado a los dados sin prever un resultado que podría ser igual o peor del que estamos viviendo; sin mencionar que las organizaciones políticas de las nuevas elecciones serían las mismas, no habría posibilidad de renovación en los cuadros políticos y estoy seguro de que la mayoría de peruanos busca estar mejor representado.

Bajo ese contexto, tenemos que ser capaces de distinguir entre las consignas ideológicas de unos cuantos, y las verdaderas demandas sociales justas y necesarias de pueblos por años, olvidados. Se ha dicho por ejemplo que las protestas buscan: la restitución de Castillo, Asamblea Constituyente además del cierre del Congreso y adelanto de Elecciones. Esto no es del todo cierto, recordemos que, en la última encuesta publicada, solo 7% veía necesaria una Asamblea Constituyente, y que más del 70% de encuestados desaprobaba la gestión del expresidente.

No nos dejemos manipular entonces por azuzadores, grupos violentistas que pretenden patear el tablero de la democracia para quebrar el orden constitucional y la paz social que tanto nos costó recuperar después de la sangrienta época del terrorismo.
Paz para nuestro país.

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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