Voté a favor del adelanto de elecciones y lo volvería a hacer, no porque crea que es la mejor salida a la crisis, sino porque constituye una respuesta rápida y salomónica que frena la narrativa subversiva propalada por violentistas que se escudan en nuestra permanencia para encender los ánimos y anidarse cada vez más en nuestro país.

Creo que si el Pleno del Congreso ha demostrado ser capaz de anteponer los intereses de la población antes de cualquier otro interés personal, a través de la votación mayoritaria de 93 congresistas para un adelanto de elecciones en 2024, también podría ser capaz de aprobar reformas esenciales tales como: 1) La modificación del artículo 117 de la Constitución para que el presidente de la República en funciones pueda ser acusado constitucionalmente por delitos graves de corrupción, 2) La renovación por tercios de los Congresistas de la República para que el pueblo tenga el control sobre la designación de sus representantes, 3) El impedimento de postulación a cargos de elección popular o de confianza para sentenciados por terrorismo, narcotráfico, tráfico ilícito de drogas o algún otro delito que contravenga el orden constitucional, 4) La bicameralidad para lograr una representación más proporcional a la población; entre otras.

Porque el adelanto de elecciones sin las reformas mínimas necesarias no servirá de nada, sería como una burla para la población que exige una mejor representación. Podría tratarse de una lista no tan larga, sino de una lista cerrada de 5 o 6 reformas; pero a mi juicio será la tarea más trascendental ahora para el Congreso, en la que debería enfocarse.

Con la votación de adelanto de elecciones estaremos devolviendo de manera más fehaciente al pueblo su facultad de decidir a través de sus representantes al Congreso. Sabremos si la tan anhelada Asamblea Constituyente, que tanto clama un sector de la izquierda, tiene su correlato en la elección de los próximos congresistas. Por el contrario, si esto no ocurre, será la muestra perfecta de que la población necesitaba reformas políticas y constitucionales para mejor estabilidad y seguridad jurídica. No olvidemos que, en ninguna de las encuestas de percepción ciudadana, la asamblea constituyente es una prioridad, no nos engañemos. Y los actos violentos que desataron el terror en nuestro país el último mes tomando como pretexto esta agenda, tendrán que ser investigados y sancionados.

Por ello, el pasado 21 de diciembre, miles de ciudadanos a nivel nacional nos unimos para salir a marchar por la paz de nuestra nación, y con mayor razón por esta fecha en que recordamos que un Príncipe de Paz, Jesús, nació para reconciliar al mundo con su Padre. Esa paz necesitamos, esa reconciliación entre todos como peruanos. Así sea.

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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