La OEA y el secuestro de su sistema

El lunes pasado se llevó a cabo en el Congreso de la República, la Conferencia: “El Sistema Interamericano de Derechos Humanos: Desafíos para la Democracia y la Autonomía de los Estados”, con las ponencias del excanciller Francisco Tudela y los representantes de la organización “Global Center For Human Rights”, Neydy Casillas, Sebastian Schuff y Manuel Acosta.
El objetivo fue denunciar el inminente secuestro del Sistema Interamericano de Derechos Humanos -SIDH con sus dos organismos sumamente importantes: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

Citando las palabras de Casillas, las Naciones Unidas (ONU) compuesta por diferentes departamentos como el Fondo de Población y Desarrollo, Unicef, Unesco, OMS, etc., es un foro internacional que ejerce fuerte presión política al igual que la OEA. Sin embargo, la diferencia entre ambas es que la ONU no tiene la fuerza vinculante que imprimen los instrumentos de la OEA ya que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos si tiene jurisdicción en nuestros países. El sistema ya es un cuasi parlamento pues fácticamente fungen de legisladores internacionales a través de sus informes y sentencias alejadas tantas veces de la nobleza que dio origen a la Convención Americana de Derechos Humanos – CADH.

Recordemos con algunos ejemplos: i) El artículo 4, numeral 1 CADH establece que “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción”. ii) El artículo 12 numeral 4 CADH señala que: “Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

Pero, ¿qué sucede en la práctica? Que mientras el Pacto de San José defiende el derecho a la vida desde la concepción, OEA promueve el aborto bajo el artificio de “derechos sexuales y reproductivos” que no tienen reconocimiento alguno como derecho humano en la CADH. Igual ocurre con el derecho de los padres a educar a sus hijos; el ente rector de educación -Minedu- en alianza con las ONG extranjeras introduce conceptos como la “Educación Sexual Integral” – ESI con que se pretende enseñar a los niños ideología de género en lugar de enfatizar la biología y la ciencia. Por cierto, tampoco en la CADH figura la ESI como un derecho humano, como más bien sí lo es el derecho de los padres.
Nadie los elige en las urnas para representar, gobernar, ni legislar; sin embargo, se dan la falsa atribución de interpretar los tratados a su conveniencia; amenazan nuestra democracia y soberanía desconociendo los derechos más básicos como el respeto por la vida del ser humano por nacer. ¡Despertemos!

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Columnista - Autor
Alejandro Muñante Barrios

Congresista de la República. Defensor a ultranza de la vida, la familia, la patria y la libertad. Somos #BancadaCeleste

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