Amigo lector, una de las principales preocupaciones de los peruanos, continúa siendo la inseguridad ciudadana. De hecho, una última encuesta realizada por la encuestadora Ipsos Apoyo en marzo del presente año arrojó que «el 63% de los peruanos cree que la seguridad ciudadana empeoró en los últimos doce meses».
De mi parte, seguiré insistiendo en que, si el Ejecutivo no cuenta con un plan nacional audaz, seguiremos con las mismas contemplaciones a los derechos humanos de los victimarios antes que de las víctimas. Mientras no se adopten estrategias radicales, siendo una de ellas extraer a los delincuentes requisitoriados de sus guaridas, las mafias criminales se seguirán organizando, aun desde las propias cárceles, tal como hemos sabido. Medidas como liberar delincuentes para evitar el hacinamiento penitenciario resulta un altísimo costo en la seguridad de los peruanos, por lo cual el Poder Ejecutivo debe priorizar un plan integral de seguridad ciudadana.
En medio de este clamor popular, desde el Congreso de la República hemos presentado varias propuestas contra la inseguridad; y por cierto ha cobrado notoriedad en estos días, el proyecto de ley de un colega Congresista para que adolescentes desde 16 años puedan ser encarcelados por delitos como homicidio y sicariato. Sin embargo, hay que recordar que esta propuesta no sería nueva, ya que también con anterioridad se han presentado iniciativas como el Proyecto de Ley N° 618/2021-CR que modifica el Código Penal para considerar como imputables a los menores de 16 y 17 años. Como lo he dicho antes: si tienen edad para robar y matar, tienen edad también para afrontar un proceso penal por su accionar delictivo. La próxima Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso deberá dictaminar este proyecto de ley cuanto antes, a fin de que el Pleno lo apruebe convirtiéndolo en ley.
Claramente, no queremos delincuencia y corrupción en el poder, y asimismo tampoco en nuestras calles. Y con especial énfasis, los jóvenes deben estudiar y labrarse con esfuerzo un buen futuro; pero si se van a preparar más bien para delinquir que paguen entonces las consecuencias de sus nefastos actos. Que sea ley.