Hemos tomado conocimiento de que el Ejecutivo ahora sí busca retroalimentarse de la experiencia comparada de El Salvador, autorizando el viaje del ministro de Justicia. Ya iba haciendo hora de que el gobierno piense, por fin, en una verdadera reforma del sistema penitenciario, esperamos que tome nota en su visita, y le sirva para la elaboración del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, y no para ofrecer medidas blandas con un alto costo social para los peruanos, como el Decreto Legislativo 1585 que dispone la liberación de los presos con penas de cárcel de hasta 12 años.
Hace algunas semanas, presentamos una columna sobre el excesivo hacinamiento en los penales, situación declarada por el TC como un “estado de cosas inconstitucional”, pero sostenemos rotundamente que la solución no pasa por liberar a los presos sino por insistir en la rápida y efectiva construcción de penales con mayor capacidad de albergue. Los peruanos no tenemos por qué pagar las consecuencias de una deficiente política penitenciaria. Si no hay cárceles adecuadas ¡Hay que priorizar su construcción!
Como ejemplo de estas deficiencias, podemos decir que hemos viajado al departamento de Ica para verificar in situ el estado de la construcción del megapenal más grande del Perú, el cual se encuentra lamentablemente en estado de abandono, pues solo está construido en un 25%; una obra que bien podría albergar a 3200 internos, descongestionando así el gran problema de los penales. Se espera que este establecimiento pueda ser entregado en marzo o abril de 2027. Debió estar listo en 2020, pero a la fecha, subsisten problemas de arbitraje, entre otros que deberían resolverse cuanto antes.
Porque mientras el trabajo de la prevención mejora, debemos seguir apostando por una reingeniería del sistema penitenciario que además está estrechamente vinculado a la ejecución penal. Por esto también, he recibido con mucha responsabilidad la presidencia de la Comisión Especial Revisora del Código de Ejecución Penal del Congreso de la República, importante grupo de trabajo, creado mediante Ley N° 31588 de mi autoría, en donde se tomarán decisiones que impactarán notablemente en la población penitenciaria y la seguridad nacional.
Somos conscientes de que la realidad penitenciaria en el país siempre ha sido el último eslabón en materia de seguridad ciudadana, contando con niveles extremos de sobrepoblación y hacinamiento; y por esto, renuevo mi compromiso de velar por una efectiva reforma del sistema penitenciario.
Esperamos que el Ejecutivo, tome de una vez cartas en el asunto, porque miles de voces claman por mano dura contra la delincuencia ¡Basta ya de complicidad con el crimen!
Fuente: Expreso
